Ha sido una grata sorpresa haber encontrado el nuevo videoclip de The Drums. Es genial, me encanta. Además podría decirse que la canción (Down By The Water) es una de mis preferidas y, bueno, la letra plasma bastante bien lo que siento ahora mismo. Así que era casi obligado publicarlo. Siguen fieles a la combinación del look 50's-60's y ese punto oscuro, por no decir lo gàys que son hahaha. The Drums Forever, man.
If you fall asleep down by the water baby I'll carry you, all the way home. Everybody's gotta love someone, but I just wanna love you dear. Everybody's gotta feel something, but I just want to be with you, my dear. I know it's hard, I know it's hard, I know it's hard to be in this forever. If they stop loving you, I won't stop loving you. If they stop needing you, I'll still need you, my dear. If you fall asleep down by the water baby I'll carry you, all the way home. You've gotta believe me when I say, when I say the word forever. And whatever comes your way, oh! we'll still be together. I know it's hard, I know it's hard, but I understand you, just take my hand.
Generalmente suelo odiar todo el 'beach world' de cada verano: niños insoportables corriendo y gritando, padres impasibles ante el comportamiento de sus hijos, típicos grupos de gilipollas ganándose dicha etiqueta a pulso, el agua rebosante de porquería y, obviamente, arena, arena y más arena.Para mi sorpresa hoy no ha sido igual. Más bien todo lo contrario, casi liberador diría yo. Como realmente debe ser un día de playa.. aww, I love the sea.
Es uno de los mayores contactos directos que tenemos con la naturaleza y está demasiado simplificado: lo único que motiva a la gente es ponerse moreno bajo un sol casi nocivo y aliviar el calor bañándose en un agua asquerosa la cual contaminamos nosotros mismos. Por no hablar del entorno, edificación por todos lados. Aún así, hay zonas no muy explotadas a las que da gusto ir, so, el mar es el mar.
Parece como si cada órgano de mi cuerpo hubiese echado raíces en el monte. Cada día me iba enganchando un poco más a la sierra, porque en el fondo sé que una mínima parte de mi sangre es maña y tira al campo. No podría haber elegido peor el destino para olvidar esto. Barcelona es todo lo contrario a la vida aquí. Nada es seguro, incluso las amistades. En el pueblo, todos estamos de paso, nadie se aferra a nada y en eso consiste la felicidad. Por el contrario, la ciudad parece un seguro de estabilidad, como si el tiempo no pasase, y tendemos a caer en el error de hacer planes a largo plazo.
Me alegro de haber vivido lo que he vivido estos días, de no haber planeado hasta el último segundo y haberme acercado más a gente que merece el llanto que viene cuando el final del verano se hace inminente. Me sigue haciendo palpitar fuerte el solo pensamiento de aquellos días, o aquellas noches de charlas con el chico reencontrado, que sé perfectamente que no leerá esto, pero le quiero decir que le agradezco que me prestase atención y pese que hemos perdido contacto, espero encontrármelo algún día por la calle Tallers y que me vuelva a pasar por la cara lo bien que se lo pasó en Londres. También debo nombrar a ese pequeño grupito que se dejó la piel en preparar las fiestas del Little Valley, que triunfaron por sus tests de calidad. No sé bien como expresar lo que me llegué a reír, oyéndoles contar las anécdotas de años anteriores. Las fiestas, las noches de poco sueño, las canciones que año tras año me han hecho saltar,el corazón a ocho mil por hora con nuestras coreografías imposibles, la noche del diluvio universal en las escuelas, riéndome a cada paso que daba porque esas noches, con unos litros de más, los hombres tendían a la transexualidad (guiño). El último día de fiestas, esperando en silencio el amanecer, enmedio de una bola humana buscando el calor en un banco demasiado pequeño para abarcar lo bien que estábamos en ese momento.
Si aquél día de San Lorenzo hubiésemos hecho caso a los que decían que era la lluvia de estrellas nunca me lo habría pasado tan bien como me lo pasé, ocupando hasta el último rincón del comedor de casa de Dani, viendo películas, oyendo ronronear al gato grande con coleta que tenia tras de mí y sacando de un capítulo de Chicho Terremoto una de las frases célebres de este año: agur, yogurt. A la noche siguiente, la excursióna los depósitos cuando supuestamente erala lluvia de estrellas que no fue, acabó por ser uno de los días que más reí. Solamente necesité tres personas en un banco para retorcerme de la risa. Fue allí también cuando me di cuenta de que hemos cambiado, que las conversaciones no son las mismas y que no hace falta mucha gente para sentirse bien, tan solo un motivo para hablar y alguien que tergiverse el sentido de todo lo que dices. Ya no somos los de antes, y aunque hablemos menos, aquél que le cambiaba el significado a mis palabraspara que sonasen obscenas sigue siendo una de las personas con las que mejor me lo paso.
Días después se fue la que había sido mi compañía durante 15 días y 15 noches, dejándome un rastro de bolitas de anís, unas cuantas fotos y un agujero en mi rutina. Al día siguiente, cuando la noche parecía llegar a su fin, la rubia que, aunque no lo sepa, siempre hace que me sienta querida, me salvó del aburrimiento haciendo que, por cansado que estuviese, mi tío me hicieseel gran favor de llevarme a Frías. Debo decir que, sin saber cómo, la noche se me hizo asombrosamente larga, no dejé que mis pies parasen un segundo escuchando los ‘Moby Dick’, y recorrí el pueblo encontrándome a cada dos pasos un nuevo motivo para saltar o reírme.
Después de todo eso, vino la calma: volví a reencontrarme con el pequeñajo que cada vez me da más motivos para echarle de menos y se fue convirtiendo poco a poco en mi confesor. Esas noches cerca del cementerio comprendí que cuando hay frío, se olvidan los tabús y no hay nadie malo para hacer de almohada, o de manta (esto es una clara referencia a aquél que fue mi tormento durante unos días). He crecido, las cosas ya no son como eran,y cada vez se torna todo más enrevesado. Incluso gente con la que no tenía relación alguna, este año me ha costado horrores decirles un adiós, o mejor dicho, un ‘hasta otra’. No obstante, se puede vivir con todo ello y seguir pasándoselo bien, con pequeñas escapadas al río, noches eternas jugando al Buzz, recordando la infancia, cantando, comiendo y bebiendo litros de Quelly cola, naranja o limón.
Este año puedo presumir de haber mejorado algo en los partidos de frontón que no terminan nunca, menos aún si ‘alguien’ intenta hablar catalán, hace ruidos que te ponen de los nervios o pretende rimar todo lo que dices, cosa que me dejó la extraña sensación de que todo lo que pasa en el pueblo se acaba olvidando. Y no sé cómo tomarme la despedida . Me ha quedado algo por hacer, y no logro adivinar el qué. Este año, me dejo parte de mí en el monte, soy más que consciente.Tendré que esperar un año para reencontrarme con mi ruralidad, y sentirme en casa cada vez que miro por la ventana y veo montaña. Lamento sobremanera que esto sea efímero, y sólo ocurra una vez al año.
Supplant the doom and the gloom, turn off what is sour, turn into a flower and bloom, bloom, bloom, bloom!
Llegó la hora del adiós definitivo por un tiempo considerable (Sadie ya dejó una pequeña anotación). Ahora es cuando esto empieza de verdad. Yeah, sir! Volveremos, eso seguro, y supongo que con alguna que otra anécdota más que interesante; por no mencionar la posibilidad de que acabemos matándonos la una a la otra.. (todo hay que decirlo). En ese caso, no habrá más blog. Pero hablemos de un futuro mucho más cercano: vamos a pasar las mejores vacaciones de nuestra vida (juntas) y va a ser grande, muy GRANDE. Así que no hay mucho más que decir, tal vez recordar el grito de guerra que preside la idea de estos próximos días: Fuck it, swine :) Goodbye.
Abbey. P.D: Hoy, después de millones de años, ha llovido a conciencia y, sí, a pesar de que parezco un ermitaño, hoy he salido a la calle y me he mojado. Lo reconozco, ha sido bastante liberador y en realidad adoro la lluvia. Pese a que a mi acompañante no le haya hecho mucha gracia perder la chancla unas 20 veces, yo me he divertido como una enana. (Gracias Fani, la Sakura del Knickers).
Hoy, por fin, puedo decir que Catalunya es una nación de cultura y respeto. Se han abolido las corridas de toros. Gracias. Pese a eso, hay quien todavía no asume el triunfo de los antitaurinos y quieren llevar el asunto a las Cortes. A ellos, gracias también, simplemente, así me demostráis cuán por delante estamos de vosotros. Ya puedo decir que RESPETAMOS la vida. Mucha ley contra el aborto (a la cuál me opongo, ya que cada uno tiene derecho a decidir si tener o no ese hijo), pero después nadie se preocupa del sufrimiento de unos pobres bichos que se ven obligados a correr detrás de un tipejo para que éste le clave espadas hasta que el astado muere desangrado. Y no acaba ahí la cosa. Cuando acaban, a modo de trofeo se llevan las orejas y el rabo. Vergüenza os debería dar, cerdos. Es más, me opongo a los toros embolados y ese tipo de cosas, ya que drogan, atontan, maltratan y magullan al toro hasta la muerte. Para que estuviesen en igualdad de condiciones, el torero debería estar desnudo frente al animal, y sin ningún arma más que las manos. Lo otro es salvajismo, inhumanidad y violencia innecesaria. Asumid por una vez que si realmente queremos empezar a llamarnos humanos, hemos de luchar contra la crueldad entre especies. ¿O acaso no se castiga a un perro cuando muerde a un humano? Simplemente por eso, no me entra en la cabeza que se PREMIE a un torero por matar a un animal indefenso, que se le pague, que se le idolatre, y lo peor, que quieran que las corridas de toros sean un sello de identificación de este país. ME OPONGO a la tortura animal. Visca Catalunya, Visca els antitaurins!
Dada la bipolaridad que nos caracteriza (y creo que hago bien en hablar en plural), a pesar del gran plan que nos espera, se puede observar que algo falla. Cada una por algo diferente y ajeno al Knickers (por ponerle un nombre a todo lo relacionado con nuestra relación, ya sabéis, algo que englobe todo esto), pero que termina jodiendo por mínimo que sea.
Por mi parte debo reconocer que últimamente no he estado muy participativa. Supongo que Sadie lo habrá notado, si no ha sido así, entonces es que mis dotes de interpretación son mucho mejores de lo que creía (há).
No sé explicar exactamente cuál es el problema, sólo sé que siempre está ahí, permanente. Tampoco he llegado a ninguna conclusión y cuando pienso que es así, a la mañana siguiente la hipótesis se derrumba. Así que lo único que saco en claro es que forma parte de mi patética personalidad y debo aprender a vivir con ello. La otra opción es madurar lo suficiente hasta llegar a ser una adulta autómata con demasiadas responsabilidades como para preocuparse de su salud mental (situación la cual detesto y preferiría morir de gastroenteritis aguda devolviendo mi primera papilla). Hasta ahí puedo convivir con ello, la problemática llega cuando pone en peligro las cosas más importantes de mi vida (y cuando digo cosas, digo Sadie). Me da pánico cagarla y me da la impresión de que esto que me pasa aumenta las posibilidades.
Realmente es todo muy raro, es como si mi cabeza y yo fuésemos dos cosas distintas, partes separadas: pienso cosas que no siento y siento cosas que no pienso. Por eso me mata que el hecho de sentirme mal conmigo misma pueda repercutir en cualquier relación que pueda tener.
Visto lo visto, intentaré por todos los medios posibles explotar la primera opción, al menos estos próximos días, no pienso permitirme estropear las vacaciones y menos a Sadie.
Respecto a tí, li'l Sadie, espero que hagas lo mismo, te repetiré hasta la saciedad que la mayoría de las preocupaciones que te rondan por la cabeza no son culpa tuya. Cuando lo sean, estaré ahí para decírtelo y buscar una solución.
Otra cuestión: siento mucho mi gran capacidad para joder las cosas, eres demasiado permisiva conmigo, otra me habría mandado a la mierda y, sí, sigo sin poder creérmelo. Hay veces que soy menos expresiva y cariñosa que un somier (Ahá! no una patata :B), pero te quiero muchísimo..andyou rock even more than Abbey Road (the street, the LP and the photograph together).
So, whatever can make us weak..let's fuck it.
Abbey.
P.D: Esta parte de A Hard Day's Night el más claro ejemplo que se me ha ocurrido para mandar a alguien a la mierda de la mejor manera: con una bonita sonrisa.
You're a part time lover and a full time friend, the monkey on the back is the latest trend, don't see what anyone can see, in anyone else, but you. Here is a church and here is a steeple, we sure are cute for two ugly people, don't see what anyone can see, in anyone else, but you. We both have shiny happy fits of rage, I want more fans, you want more stage, don't see what anyone can see, in anyone else, but you. I'm always tryin to keep it real, now I'm in love with how you feel, I don't see what anyone can see, in anyone else, but you. I kiss you on the brain in the shadow of the train, I kiss you all starry eyed, my body swings from side to side, I don't see what anyone can see, in anyone else, but you. The pebbles forgive me, the trees forgive me, so why can't you forgive me? I don't see what anyone can see, in anyone else, but you. I don't see what anyone can see, in anyone else, but you.
Sadie. PD: No todo iba a ser malo hoy, ¿no? Adoro esta canción.