Por un día de playa no tan malo como esperaba.
Generalmente suelo odiar todo el 'beach world' de cada verano: niños insoportables corriendo y gritando, padres impasibles ante el comportamiento de sus hijos, típicos grupos de gilipollas ganándose dicha etiqueta a pulso, el agua rebosante de porquería y, obviamente, arena, arena y más arena.Para mi sorpresa hoy no ha sido igual. Más bien todo lo contrario, casi liberador diría yo. Como realmente debe ser un día de playa.. aww, I love the sea.
Es uno de los mayores contactos directos que tenemos con la naturaleza y está demasiado simplificado: lo único que motiva a la gente es ponerse moreno bajo un sol casi nocivo y aliviar el calor bañándose en un agua asquerosa la cual contaminamos nosotros mismos. Por no hablar del entorno, edificación por todos lados. Aún así, hay zonas no muy explotadas a las que da gusto ir, so, el mar es el mar.
Siempre se puede encontar el lado bueno de las cosas. Sólo hay que saber donde mirar.
ResponderEliminarPor cierto, las fotos, preciosas.