sábado, 28 de agosto de 2010

I'd like to be under the sea.

Por un día de playa no tan malo como esperaba.

Generalmente suelo odiar todo el 'beach world' de cada verano: niños insoportables corriendo y gritando, padres impasibles ante el comportamiento de sus hijos, típicos grupos de gilipollas ganándose dicha etiqueta a pulso, el agua rebosante de porquería y, obviamente, arena, arena y más arena.Para mi sorpresa hoy no ha sido igual. Más bien todo lo contrario, casi liberador diría yo. Como realmente debe ser un día de playa.. aww, I love the sea.

Es uno de los mayores contactos directos que tenemos con la naturaleza y está demasiado simplificado: lo único que motiva a la gente es ponerse moreno bajo un sol casi nocivo y aliviar el calor bañándose en un agua asquerosa la cual contaminamos nosotros mismos. Por no hablar del entorno, edificación por todos lados. Aún así, hay zonas no muy explotadas a las que da gusto ir, so, el mar es el mar.

1 comentario:

  1. Siempre se puede encontar el lado bueno de las cosas. Sólo hay que saber donde mirar.

    Por cierto, las fotos, preciosas.

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